miércoles, 26 de junio de 2024

Ágora de Babel La Oposición en sus Abismos


¿Qué pasa con los partidos, con Xóchitl y con la marea rosa?

Es un hecho que el PRI no tiene gran cosa que ofrecer hacia adelante, sobre todo considerando que está más cerca de las prácticas e ideario de la 4t que de una visión de futuro convincente.

Por su parte, AN está a merced de una dirigencia probadamente incompetente que sigue maniobrando para mantener el control de la franquicia, a pesar sus desastrosos resultados.

MC sigue su ruta de "tercera vía' con sus propias componendas con el régimen.

Así la partidocracia demuestra que primero está el negocio, los mismos pactos de impunidad, cuotas y cuates de siempre, y luego ya veremos qué otras cosas se pueden negociar en nombre del bien de la nación y nobles principios así bla bla bla.

¿Quién sacará a esos bueyes de sus abismos?


Xóchitl y la importancia de su liderazgo

Xóchitl se replantea el camino con su decisión de recorrer el país para agradecer el apoyo recibido, palpar el sentir de la gente y recuperar causas. No le interesa formar un partido, sino tomar perspectiva de la situación. Su prudencia y actitud conciliadora son vistas como traición por los sectores más intolerantes entre la difusa y aún amorfa oposición tanto partidista como social. Ya se salió del hoyo. Mientras tanto, muchos prefieren seguir escarbando en su abismo.


La etérea marea rosa

¿Qué es de la marea rosa? Otro enigma más abigarrado aún. Parece persistir en un clima de frustración, incredulidad, malestar, furia: desde los que acusan a Xóchitl de traición hasta los que no toleran ninguna crítica a la alianza, porque el pueblo se prostituyó, porque no se lucha contra el fraude, porque se hizo todo lo que tenía que y podía hacerse, porque es mejor culpar a otros sin asumir responsabilidad alguna.

Más allá del estado de ánimo un tanto crispado, es aun más complejo el difuso espectro ideológico que se observa entre la marea rosa: predomina cierta afinidad con el PAN, aunque resalta de repente la simpatía por líderes tan cuestionables como Bukele, Milei, o hasta Trump. En tiempos tan oscuros, seguir ese tipo de modelos no sorprende, pero no deja de ser síntoma de la urgencia de aclarar términos de la posición política a adoptar ¿o caeremos en una actitud "atrapa todo" con tal de engrosar a la potencial clientela? Semejante pragmatismo ya lo monopoliza la 4t, sería contraproducente seguir ese ejemplo.

En los inefables chats y redes un anticomunismo trasnochado y el petate del muerto del castrochavismo afloran sin ninguna discusión serena sobre los inmensos pendientes en equidad y justicia social del país, opciones contra las violencias y su normalización, contra las catástrofes en educación, salud, medio ambiente, gestión del agua, energías renovables, el interminable etcétera de una agenda ciudadana que no estamos elaborando, más allá de machacar con la corrupción e incompetencia 4teras. No estamos logrando tomar la iniciativa de esa Agenda, y así la Narrativa sigue en manos de las mentiras demenciales de la 4t.


Lo que viene

Se apuesta mucho al Encuentro Ciudadano convocado por el Frente Cívico Nacional y otras organizaciones el próximo 6 de julio. Será un gran desafío definir una estrategia de resistencia y lucha contra el autoritarismo y por la recuperación y reconstrucción de nuestra muy maltrecha democracia.

Un debate central será la conveniencia de formar un nuevo partido. Los lastres y vicios de los partidos existentes son una de las principales razones para convocar a formar otro. ¿Será posible una organización que construya Agenda Ciudadana, Narrativa hacia el futuro, Estructuras y Organización democráticas y transparentes? Se vale soñar.

Por lo demás, viene el desafío de convocar y construir organización ciudadana, con o sin partido nuevo, para esa formación desde abajo, desde lo local, para recuperar causas, experiencias y propuestas de la gente, de las comunidades, de colectivos y organizaciones que ya han aportado, por mucho tiempo, con altibajos, a las luchas en sus entornos.

Más que buena voluntad, está por verse la vocación democrática, la capacidad de diálogos y de generación de consensos, de construcción de organización regular, permanente, no limitada a las movilizaciones esporádicas, que genere cultura cívica democrática desde abajo. Se vale soñar.

De otro modo, los vicios caudillistas, corporativos, clientelares, corruptos, autoritarios, 4teros, nos seguirán derrotando. Esto apenas comienza.

martes, 18 de junio de 2024

Ágora de Babel Hegemonía 4tera: Dirección Política y Cultural del Caos


El humanismo a la viva México y demás deplorables aportaciones culturales del oficialismo se afianzan cada vez que tachamos de "chairo" a alguien (seguido me espetan el adjetivo por mis incesantes críticas a la alianza opositora), cada vez que reproducimos su "neolengua", que estigmatizamos a los beneficiarios de programas sociales como huevones, vendidos, prostituidos, ignorantes, traidores; cada vez que reforzamos así el ambiente de polarización, división, insultos y resentimiento que es tan propicio para que siga prosperando la 4t. ¿Somos tontos útiles? ¿Cómplices ciegos?
Lo cierto es que también somos intolerantes con la disidencia y la crítica, incluso entre quienes nos pretendemos opositores. Confrontar a la 4t no nos hace automáticamente demócratas. En nombre de la sacrosanta "unidad" se exige aminorar la crítica interna, o de plano evitarla. Así la cerrazón tan impropia de una vocación mínimamente democrática.
La hegemonía oficialista no es solo control político de todo el aparato del gobierno, destrucción de la administración pública y de la provisión de los servicios públicos por la incompetencia y rapacidad de la burocracia del régimen, sino además es el control cultural de la conversación pública, de las prácticas y los símbolos empleados. Esto es lo que genera un vasto consenso perverso, cómplice, legitimador.
La victoria cultural de la 4t está en marcha en la medida que reproducimos su "neolengua", sus simplificaciones, sus insultos, su polarización, su irracionalidad, su estridencia, su odio, su rechazo a la disidencia y la crítica. ¿Con eso queremos sumar adeptos?
Ese caos tiene sus remansos. Nos mantenemos indolentes ante la violencia fáctica y simbólica, ante los horrores de los ataques, asaltos, levantones, secuestros, extorsiones, despojos, desapariciones, masacres, ante las crecientes evidencias de complicidad entre el poder político y organizaciones criminales. ¿Tenemos opción? De entrada, nombrar toda esa violencia, analizarla, criticarla y convocar a pensar y actuar sobre parámetros opuestos a los que ya nos malacostumbramos: reconciliación, reconocimiento, confianza, empatía, solidaridad, diálogo, verdad, orden, imperio de la ley, ejercicio legítimo de la autoridad, justicia.
El caos imperante, la irresponsabilidad colectivizada, el ultraliberalismo de sálvese quien pueda, que cada quien se rasque con sus propias uñas, ante cualquier emergencia, ataque, crimen o desastre, es parte de esa pseudoizquierda sin mayor asidero ideológico que las ocurrencias de su caudillo, con su perorata de pseudoevangelizador pueblerino, sembrador permanente de insidias, improperios, temor y odio. Eso sí, mis hijos y sus amigos, y todos mis aliados, son santos y puros. La invitación a la redención es tentadora.
Otra cultura cívica es posible, pero no se trata de prédicas al aire, se trata de ir al fondo del desastre de nuestro legendario valemadrismo y nuestra complicidad con el incumplimiento de la ley, con la gandallez y el abuso de todos los días, en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Que nadie se haga el inocente.
Reducir las soluciones a la familia y la educación en el hogar es la otra forma de volver privado, individual, un problema colectivo, profundamente estructural: o nos replanteamos la cultura cívica, la acción colectiva organizada, y el papel del estado de derecho, de las políticas públicas, en la contraposición de modos civilizados de dialogar y actuar, de generar propuestas, consensos, gobernanza y narrativas apropiadas para resolver todas las violencias padecidas, reagrupando y reorganizando las comunidades, o seguiremos perdiendo la batalla cultural sin siquiera darnos cuenta.
El México profundo, bronco, seguirá demostrando así que es un abismo sin fondo, el de la hegemonía triunfante de la 4t.

martes, 11 de junio de 2024

Ágora de Babel Siete Provocaciones para Rastrear el Rumbo


Mientras los más radicales urgen movilizaciones inmediatas y se casan con los algoritmos en PREP, conteo rápido y manipulaciones siniestras en cómputos distritales, van algunos elementos a considerar de la ruta seguida y lo que viene.

1️⃣ La calca llevaba 6 años en campaña con todo el aparato de estado a su favor, los extorsionadores de la nación, los medios "públicos", los chayoteros del bienestar, y la resignación y hartazgo de la mayoría de la población, cuya actitud queda en "sí, ajá", entre indiferencia y hastío.

2️⃣ El inmenso desprestigio de los partidos arrastró a la alianza opositora. Ni siquiera se alcanzaron los porcentajes que decían garantizar, el PRD hasta desapareció. No hubo la operación territorial necesaria y tampoco se cubrieron las casillas con los representantes indispensables para contar con las actas de escrutinio y cómputo. Luego se quiso hacer a tontas y locas una recopilación de fotos de "sábanas" de los cómputos en casillas. La tragedia se cuenta sola.

3️⃣ La propaganda negra contra Xóchitl, tan pronto irrumpió como la contendiente más fulgurante, también tuvo su impacto. Lo que no mancha, tizna, calumnia, que algo queda: Xóchitl arrastró con los cuentos de contratos chuecos, irregularidades de su vivienda y de la mafia que la "eligió".

4️⃣ La marea rosa no tuvo la capacidad de persuasión, pero sobre todo, de penetración territorial necesarias, y los partidos tampoco contribuyeron para hacer promoción del voto puerta por puerta, cara a cara, en todo el territorio (las elecciones NO se ganan en redes NI en plazas). Los chats, las redes y la adicción por información chatarra anti4t reciclada hasta el hartazgo entre los convencidos prácticamente NO trajo ni un voto extra para la alianza.

Esa lección NO debe soslayarse.

5️⃣ Después de la elección se sigue descalificando a quienes (tal vez con reservas, con aquello del "voto oculto" y esa indiferencia y hastío mencionados) votaron por el oficialismo como ignorantes, estúpidos, inconcientes, traidores, prostituidos, etc. Eso solo profundiza la polarización y divisiones que tanto convienen a la 4t. Mejor hay que preguntarse ¿Por qué no fuimos capaces de convencerlos? La gente vota con ciertas expectativas y la alianza NO supo brindarlas.

6️⃣ Si seguimos sin asumir autocrítica, sin disposición a corregir y aprender, así nos va a ir. Hay que tirar lastre (sí, empezando por las cúpulas partidistas), evaluar crudamente lo que falló, lo que faltó, replantear y reorganizar todo.

Ya hay señales.

7️⃣ El error (horror) sería dejar que se trepen a dirigir los mismos de siempre. Hay personalidades de trayectoria sólida, valiosa, con quienes hay que contar, pero además se requiere la emergencia de liderazgos frescos, con trayectoria sólida en causas y proyectos que fortalezcan una agenda indispensable: seguridad previniendo y erradicando las violencias, educación para un mundo hipercompetitivo, salud a partir de la prevención y los cuidados, provisión de energías limpias, protección del ambiente, del agua, de los defensores de territorios y pueblos, un largo etcétera. Se vale soñar.

El voto es lo último que importa ahora. Sin ciudadanía organizada en causas y agendas concretas, para hacer auténtica contranarrativa a los mitos infames de la 4t, solo estaremos repitiendo el insulso discurso político de siempre. Tal como ocurrió de 2021 para acá.

Eso ya no convence a nadie.

jueves, 6 de junio de 2024

Ágora de Babel La Orfandad de la Derrota

La suma de membretes zombis no alcanzó. El inmenso desprestigio de los partidos desfondó el optimismo aritmético, haciendo evidente que sin contenido y oferta definida, la unión fundada solo en el rechazo a la 4t no atrajo las preferencias ciudadanas. Ya se arrastra mucha experiencia de alianzas que ganaron elecciones sin generar mejores gobiernos. Nadie reparó en ese antecedente ominoso.
La alianza se limitó a ser electoral, aunque pretendió venderse como programática con la promesa de un "gobierno de coalición", que no pasó de ser un enunciado sin respaldo en una plataforma común, promovida en la campaña. Prometer mejoras y ampliaciones en programas sociales y ciertas políticas no es un programa de gobierno.
Así, partidos y cúpulas estuvieron más concentrados en sus pactos de impunidad, cuotas y cuates, como el que con todo cinismo exhibió el dirigente panista para las elecciones de 2023 en Coahuila, que en respaldar una campaña consistente.
Todos vimos como en los spots cada quien jaló por su lado, con protagonismos de esos líderes megalómanos y con esporádicas apariciones de Xóchitl para intentar exponer las propuestas de la alianza. Nunca hubo un mensaje coherente en los spots, nada para construir una Narrativa alterna a los mitos 4teros.
El mayor chasco, la más enorme decepción, queda en la marea rosa. Nunca asimiló que llenar plazas NO es llenar urnas, que redes y chats con memes, información chatarra, hashtags y vídeos reciclados hasta el hartazgo, sin ningún análisis, reflexión ni diálogo, NO hacen campañas exitosas. Limitarse a machacar la corrupción, incompetencia y autoritarismo de la 4t NO es suficiente para sustentar una opción ganadora. Esto evidentemente NO generó preferencias por la alianza. ¿Por qué nunca se asumió la necesidad de discutir, difundir y fortalecer desde redes y chats las propuestas de campaña?
Xóchitl y un equipo formidable, que generó una plataforma sólida y visionaria (mientras en redes y chats seguíamos machacando con información chatarra de la podredumbre de la 4t), con una Narrativa desafiante por la Vida, la Verdad y la Libertad, y una detallada agenda de temas para políticas públicas, no alcanzaron a superar los negativos y el miedo sembrados desde palacio. La inteligencia conectó con el corazón, pero faltó fuerza.
Ahora desde la confusión y la perplejidad por los malos resultados se opta por el grito de ¡¡Fraude!! y se pretende protestar y resistir desde ahí. Pésima opción.
La campaña estuvo partida al menos en esas tres vertientes, sin coordinación ni control efectivo desde el war room de Xóchitl. Una campaña que por tratar de quedar bien con todos, no resultó atractiva para los electores, que fueron a la segura: más vale lo peor ya conocido, pero que tiene buenas intenciones y nos dice lo que queremos oir, que lo medio peor que ya habíamos bateado, y no sabe venir a hablarnos bonito, trae puras quejas. Eso no genera afinidad con una propuesta opositora.
¿Qué pedazo de responsabilidad nos toca a cada quien? ¿Qué queremos o podemos aprender de esta dolorosa derrota? No estamos haciendo autocrítica y sí hemos caído en la frustración y el resentimiento. Mal hacemos en reforzar el discurso de división y estigmatización que tanto convienen a la 4t.
Lo fácil es rechazar cualquier responsabilidad. La derrota siempre es hija de otros.